PARA CONOCER UNA VERDAD DOLOROSA...!!!!!
He creído desde siempre que los seres humanos le damos
a las apariencias un valor incalculable. Hasta me atrevo
a decir que transitamos gran parte de nuestra existencia
construyendo una imagen que no contradiga en nada a lo
que los demás esperan de nosotros.
Aparentar ser lo que no se es… salir airoso del qué
dirán y alimentar una ambigüedad tan fina e imperceptible,
envolvente e inquisidora que termina delineando, con
frialdad y cinismo, el límite nefasto entre el bien y el mal.
Jesús llamó Raza de víboras a los fariseos hipócritas que
vivían exigiendo de los demás lo que ellos no cumplían,
cargando sobre espaldas ajenas yugos insoportables de llevar.
Los comparaba con un sepulcro blanqueado, limpio
por fuera y lleno de podredumbre en su interior.
"Raza de víboras" intenta ser hoy un conjunto de relatos
de momentos de mi vida transcurridos en un convento…
entre los cuales, como si todos ellos formaran un pajar, he
encontrado unas pocas agujas de oro, personas a quienes
amé profundamente y me han amado, que me han acercado
a Dios y de quienes he aprendido muchísimo.
A todas ellas, vivas o muertas, que hicieron de la vida
un honor, que se han entregado a su vocación sirviendo a
los demás, las dejo excluidas de toda hostilidad, crueldad e
hipocresía develadas en este libro.
A las otras, a las que contribuyeron para que yo sea cruel
y hostil develando sin prurito y con descaro lo que a continuación
sigue las exhorto a que se animen a desmentir
una sola de mis palabras, escondidas y cubiertas hasta hoy,
como cubiertas están por un velo sus cabezas enfermas.
Cuando tenía dieciséis años, dejé atrás, como lo dijo Jesús,
a mi familia, mi madre, mi padre, mi hermana, para
hacerme religiosa. En plena adolescencia pueblerina, libre
de contaminación, no tenía idea de que iniciaba un camino
hacia el mismísimo infierno.
Un infierno desconocido para mí, jamás imaginado siquiera,
plagado de abusos y mentiras. Un infierno que sólo
podría ser gestado en una mente perversa, a no ser que
la vida misma lo imponga brutalmente y sin permiso, tal
como sucedió.
Todo lo que relataré a continuación forma parte de los
ocho años que viví como mujer consagrada a Dios. Experiencias
de vida personal y comunitaria, propias y de otras
jóvenes que, al igual que yo, padecieron lo mismo, abusadas,
humilladas y obligadas bajo amenazas a realizar actos
en contra de la propia voluntad, justo en el momento en
que la vida estaba en todo su esplendor y los sueños se gestaban
desde lo más profundo del alma, de la manera más
genuina.
El objetivo principal de este libro es, simplemente, contar
fragmentos de una historia. La verdad, como diría mi
padre, es siempre mucho más amplia que la historia, por
eso digo fragmentos.
Sé que muchos, a lo largo de este viaje literario, se preguntarán
si es un testimonio real o pura inventiva de mi
autoría. Puedo asegurar que en estos párrafos, no existe
una coma que no pueda ser justificada, ya sea con documentos,
testimonios reales y hasta declaraciones hechas en
su momento ante quien correspondiese.
Contar esta parte de la historia es para mí hurgar en un
depósito de recuerdos imborrables, que me han marcado
a fuego, de los cuales no me quiero deshacer, al menos no
por ahora, sin antes darlos a luz y curar así heridas y resentimientos,
que confieso, han vivido conmigo.
Dios, la Energía Universal, la Fuerza Superior, el Motor
Primero, Alá, Yahvé o como cada uno quiera llamarlo
según la fe que ha recibido y profese, es, incluso para el
que nada cree, en su deseo y necesidad más íntimos: Amor,
Liberación y Bondad. El hombre es su máxima creación
y es el único que justifica la validez de Su Existencia. En
nombre de Él van estas palabras…
Sandra Ileana Migliore
Sandra Migliore
6 comentarios:
No le creo.
Al atacar a otra congregación de la que usted nada sabe muestra una actitud falsa.
Su libro y juicio para sacar plata combinando la alchueteria en la prensa buscando raiting, y sumado su ataque a la Iglesia hacen que usted no es confiable.
No te creo nada... y si te abusaron como decis porque te quedaste 8 años...algo te gusto che...
No te creo nada... y si te abusaron como decis porque te quedaste 8 años...algo te gusto che...
y porque no ?? , si es mismo PAPA LO RECONOCIO
le creo cada una de sus palabras lamentablemente a lo lo largo de la historia tenemos testimonio de las atrocidades cometidas por el ser humano y como siempre sucede lamentablemente se castiga a la instituciones y no a los hombres las verdades que no no gustan
Le creo, en mí familia hemos vivido un episodio de abuso sexual a varios menores por parte de un familiar. Y lamentablemente siempre están los que prefieren tener una venda en los ojos, justificar el daño. O simplemente mirar hacia otro lado. Los que se rasgan las vestiduras como si estuvieran libres de pescado. Cuánta hipocresía.
Le creo.
Publicar un comentario