En este caso arremete con la Historia de dos amigos, socios de su negocio y también en la vida porque comparten casi todo como si fueran gemelos, se entienden a las maravillas, se complementan perfectamente hasta que un día uno de ellos desaparece y el que queda está partido sin poder entender que está pasando, Franchella, ya alejado definitivamente de la cosa "Francheliana" que todavía el público sigue buscando, está perfecto dando todos los climas del "abandono" y desesperanza de la soledad que lo invade, está absolutamente perdido en un mundo que desconoce al encararlo solo, luego entrará otro personaje, la mujer de su amigo, que también es víctima de este abandono extraño y juntos tratarán de encontrar una respuesta a este misterio que les va a deparar más de una sorpresa.
A la actuación notable de Franchella se le suma el regreso de una actriz que nunca tendría que haberse retirado y que ahora regresa con todo: Inés Estevez que está brillante en su rol.
Un film con grandes climas y silencios que Burman le saca el jugo maravillosamente, con imágenes bellas como la música.
Un film también para pensar y ver la vida desde otro punto de vista porque quizás lo que tenemos no es lo que parece ser y podemos estar ausentes en algo que creemos estar presentes. Muy recomendable.
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